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domingo, 27 de diciembre de 2009

Más solecismos

Partir del destierro
apátrida del destino

Los que aman a los dóciles,
suelen, por lo general,
ser unos cabrones

Los que se buscan a sí mismos,
suelen, por lo general,
ser una mala compañía.

Salir de una historia sin principio,
suele, por lo general, ser un buen final.

No sé cómo decir lo que digo, y digo azúcar mentolado, azufrado, risas de pimienta y sal, esperas de humo de leña, ajonjolí, avellana, almendra, chocolate y lluvias, risas de jaja, de jeje y de ji ji. Hou, Hou Hou marchó al infierno, yo espero allí.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé cómo evitar
enamorarme y acabar aceptando en mi sofá a quien,
pasados unos meses,
descubriré como
uno de esos "cabrones" que "aman a los débiles".
No sé como evitar, mientras llega ese momento,
disfrutar de su mala compañía.

No es el destino,
no son los otros,
soy yo.
Tras el dolor extremo
el placer es mucho más intenso.
Y un placer ilimitado es,
como ya sabes,
de breve duración
y casi nunca repetible.
Y más tarde,
con palabras de Llanita,
“pongo tanto empeño
en tratar de olvidar
que no pienso en otra cosa”.


EXTRAÑA Y EXTRAÑADA

lanujersinreferencias dijo...

gracias Llanita extraña y extrañada