Si no sirven las palabras
cierra los ojos.
vivr en un cielo azul
salva la integridad de los sentidos.
El chico wrangler,
la luna,
los puentes de Madison,
Mulholland Drive
no son lo mío.
En Revolutionary Road
se perdió la ilusión,
reconocí una intimidad sin paracaidas.
Virginia Wolf se ríe
detrás de un espejo roto,
Leonor Marchesi suena de fondo.
Si no sirven las palabras
mueve tus caderas,
hazte nube, agárrate y grita.
Mira jugar a los niños,
quema tus ojos, mira al sol.
Haz caso de las señales
si no sirven las palabras.
No hagas "mutis"
si no sirven las palabras.
Penétrate, humedécete,
si no sirven las palabras
márcate la piel, sonríe,
te conoces tarde, te conoces.
Si no sirven las palabras auyenta los deseos,
hazte responsable,
cuida de tus hijos
si no sirven las palabras,
si no sirven las palabras
enamórate del sol ( que te calienta)
del café ( que te despierta)
de la voz ( que te alienta),
duerme (ocho horas)
vibra mortecina, teléfono silenciado, vibrante, vibrante, vibrante...
Haz planes
si no sirven las palabras,
desea, desea, desea,
sin este deseo no existes.
Estás esperándote en la próxima esquina,
no te hagas de rogar,
no te desesperes en la espera
si no sirven las palabras.
Ríe, ríe, aunque no comprendas...
Si comprendes, despréndete hasta de tu piel.
Si no sirven las palabras aguarda una tormenta
que bañe el aire.
domingo, 6 de junio de 2010
De Juan Carlos Mestre. La Casa Roja
Juan Carlos Mestre (premio nacional de poesía)
ASAMBLEA
Queridos compañeros carpinteros y ebanistas,
les traigo el saludo solidario de los metafísicos.
También para nosotros la situación se ha hecho insostenible,
los afiliados se niegan a seguir pagando cuotas.
A partir de este momento la lírica no existe,
con el permiso de ustedes la poesía
ha decidido dar por terminadas sus funciones este invierno.
No lo tomen a mal,
pero aún quisiéramos pedirles una cosa,
mis viejos camaradas amigos de los árboles
acuérdense de nosotros cuando canten "La Internacional".
LINCE IBÉRICO
Por Júpiter, camaradas, algo debemos haber hecho mal para que la gente sensible se aburra ya de escucharnos. ¿ O es que acaso deberíamos tirar confeti en los recitales? Se acabaron los buenos tiempos cuando éramos multitudinarios. ahora hay que ser gladiadores para salir en televisión. Nos tildan de cachivaches. Hay tanto botarate suelto. Por cierto, bien poco se nos agradece tamaño esfuerzo platónico. Se ignora que somos los inmortales en su versión resumida. Quién recuerda tantos elogios y loas, aquellos atajos al infinito cada Miércoles de Ceniza. No creo que tengamos manía persecutoria, pero aseguran que las encuentas dan ganadores a los cantantes. Adiós para siempre a las becas, good bye a los lectorados. Fastidia ver a los ciclistas corriendo más que nosotros. Nos sobra bibliografía y como simples picapedreros bordamos los epitafios. Por simple delicadeza el Consejo de Ministros nos tendría que declarar una reserva estratégica. Oye tú, deberíamos callarnos si queremos llegar a viejos. Ya sabes que a estos sitios los cuatro gatos que vienen sólo lo hacen para criticar.
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