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lunes, 23 de septiembre de 2013

Almas en patera

Surtido de vaivenes,
añoranzas de la nada.
Si suena la puerta
gente que grita libertad
pierde miedo.
Sigo un camino de raices,
surtido de vaivenes
¡Vente del lado del sentir, allí
un crujido de almas en patera,
gente que grita libertad
ya no tiene miedo!, yo tampoco.
Enseño lo que significo.

domingo, 4 de agosto de 2013

¿Para qué sirve...? (pensamientos rápidos con rimas de ripio horripilante), léase con humor, (fin de la cita)




 

¿Para qué sirve saber, 
una vez errado el tiro,
dónde fuera el proyectil
y cuántas vueltas diera el objetivo?

Me proyecté sobre el humo,
vuelvo a mi camino, 
ahora que sé, que sobre el humo,
me disipo...

Moviéndome en la itinerancia
de la persistente creencia
en la idiotez de la humanidad
constato que sólo somos sonrisas

Regalémonos, puesto que es soberbia
pensar que la alegría se posea y que los tiempos se manejan.

Enajenarse, puede uno, mil y una noches, 
puede incluso vivir alienado siempre, donde quiera y como quiera,
pero es valiente atreverse con uno mismo, con sus escaseces y excrecencias;

 es honesto no dejar más que lo puesto, donde siempre hubo aire no es justo no dejar aliento.

Así que voy de paso y no paso de nada, todo me concierne y en todo sobro, excepto en mis afectos.

 No haya penas, que las penas son de escarcha y de ausencia.

Vuelvo a mi camino, que siempre fue el de la palabra.


lunes, 25 de marzo de 2013

CAMPO DE BATALLA


Foto: Nuria Benito Manjón "Casa de Señores" (En un pueblo de Salamanca)

Entregué la razón a la lujuria
me devolvió un campo de batalla lleno 
de deseos vivos
¡Cúanto entregar en el silencio!
Las armas son inútiles en esta pelea de pieles candentes.
Las huestes se reducen con la primera caricia,
no tiene sentido estrategia alguna frente al ardor.

Dar la batalla por perdida es ganarla.
Entregándome al deseo descubro el bien.
En este campo de batalla algunos se rinden y piensan...
otros avanzamos en sabiduría y sudor
LIBRO DEL PROSCRITO

No puedo estar más lejos de tu enredadera
de tu basura y tu sopor.
Del escándalo dormido del querer de tus sueños.
No puedo estar más lejos de tu rodar.

Hay una sombra que no me espera,
que aulla a un sol que no es el mío,
que imita mi piel y mis lágrimas de limón.
Que te encuentra en el camino de un anciano en un paso de cebra,
lento, derruido por el tiempo, que mira en un semáforo en naranja
en el que no hay oportunidad para pasar, en el que la compañía es una mentira y el sentir
siempre es dolor y soledad.

No me cuentes que el tambor de tu lavadora se mueve al revés,
no me cuentes que cuando te levantas sólo esperas la caricia de una mano que te lo dio todo.

Una palabra, sólo una palabra.
Atenazar el segundo en esta tupida maraña que siega la hierba a ras de día.

Esperaba encontrarte. No soy una niña perdida.


PROSCRITO 2

Sin ser yo la que diga que no,
pongo por empeño el otoño.
Piso sus hojas heridas,
aspiro a sus olores.
De repente, repito que esta ansia no es la mía.
La mía la conozco y se lame sus otoños en el SILENCIO
y en la HUMEDAD de todos mis labios
en una épica conspicua, atenazada y
desa-mordaz-ada.

PROSCRITO 3

De espaldas a tu espalda
sugiero que hay un espacio
imperfecto
que me acogerá.

Ya he visto esa luz de la que me hablabas
en aquel tiempo en que
sin saberlo fuimos uno, o al menos,
yo fui una contigo.

Al habitar el riff
te vivo.

Te oculto que mi tiempo
demasiado a menudo es tuyo porque el tuyo
es nada mío.

En ese placer de tu sonido, tu voz me lame y corro
a esa palabra que no poseo.


PROSCRITO 4

Vivo pendiente
del cimbreo que produce el estertor de tu presencia
cuando en otros descubro la parte de ti que nunca llega.

¡Qué proverbial es el respeto a este silencio que me impongo!

Nunca sabré qué caricia
convirtió mi alma en rock and roll
pero sé que fue tuya.

Otro poeta: "no sé quiénes sienten mi ausencia"
la tuya la siento y no tendrá remedio por empeño en el sentir.

Aquel fue un concierto "minitudinario" ¡¡¡¡¡TAN BESTIAAAAL!!!!!

martes, 12 de marzo de 2013

FUMADORA

 FUMADORA

Encendí un cigarro y miré al frente. No se me ocurrió otra cosa que acabar con él. Puse un pie delante del otro, o al lado del otro. Empecé a insultarlo, a insultarme por haberlo cobijado, por rendirme al paredón de la ausencia.
Uno aprende a convivir con una soledad de tercio, a deconstruir emociones. A veces las licua, otras las cuaja.
Llegué al parking y al pagar el ticket de salida, me autoengullí.
Me equivocaba en esa empatía que me conducía a vivir la bitácora ajena. Desde luego, había que acabar con él.
Nunca he tenido instintos asesinos pero en una situación de supervivencia era él o yo. Aprendo a priorizar.
Como patafísica del reino de Mefistófeles, albergaba el dominio del fuego. Hacer "correr" las cenizas; "polvo" al "polvo". Eso sí y después: FIN.
Era un bello final, apocalíptico y visceral. Al fin y al cabo: "carpe diem". Se acabó el amor.     

lunes, 21 de enero de 2013

Hay más días que longanizas








Sentada en el muelle del puerto sobre un cajón de madera
se avista la línea de la luz rota por la crujiente ola del porvenir
tendida la mano a la intención.

La sinceridad  pone cercos

¿en qué lugar del paralelo se habrá colado este gusano del tiempo?
La física  incita al desenfreno

La mano se alarga con la sombra de esta luz y lo alcanza

el placer se centra en esta penumbra escondida
 rompe la ley y mira al Edén 

Las máquinas son sexis.
El éxtasis recoje los excesos del agua turbia
desbrozando terrenos
¿en qué lugar de mi plato de lentejas hay un universo alternativo?

Hoy los poros de la piel  enseñan el camino 
de los invertebrados y en la velocidad del riff
hay verdades para el puño cerrado en alto

La corriente subterránea del pensamiento
pregunta si los desmanes de tu cepillo de dientes
tienen algún sentido
¿en qué punto de tu bufanda se esconde un estrangulador?

Busca a la mujer sin sueño
¿en qué punto de la fase rem se perdió la posibilidad de soñar despierto?

En el dolor de los huesos hay existencia
Los libros son sólo palabras escondidas en un laberinto 
de fantasmas necesarios.
Eso justifica su existencia sin el soporte del papiro o del papel o del cristal líquido que también nos ve.

miércoles, 17 de octubre de 2012

¡Que estoy muy loco!

Descentralizar el ánimo y levantar el trecho perdido del alma que cuadra en el horizonte con el recorte de las sierras en otoño. Situar el punto de partida en la piel al ritmo del presente apaciguado en la insólita sensación de todo principio común. ¡Vamos, locos y locas, que hacemos faltaaaa!


Lista de la compra:
- Un  desatascador
- una tormenta
- una esquina sin driblar
- una palabra desordenada

miércoles, 29 de agosto de 2012

Comentario



Cuando una mujer come sola el tiempo se detiene y a su alrededor corren palabras estropeadas haciendo ecos sin sentido.
Dentro de su cabeza, la mujer tiene duda y deseo a partes iguales y su piel se desprende de la incertidumbre paso a paso cuando ya no le queda nada más que la nostalgia de no se sabe qué.
El sol retenido detrás del parapeto del restaurante aisla pero no sirve de nada porque la realidad sabe colarse por las rendijas, por las del sentimiento, por las de la soledad.
Rodeada de banqueros inseguros pero bien trajeados. De hombres y mujeres envueltos en palabras de plomo.
La imperfección lo alcanza todo y es hiriente.
Las certezas son siempre sentimentales.
Le augura un buen destino a lo complicado, a los sonidos chirriantes, a las locomotoras desde las que no se ve el paisaje, a la mentira de lo virtual, al desapego de las caricias reales.
Su espíritu, no obstante, se rebela contra el pesimismo cuando ve un bebé, cadencioso en brazos de su padre.
Tiene una pared lustrosa y aventajada frente a sí. Apura su cigarro, apura los momentos y ansía sentir pureza, ojalá sonara una melodía que invitara a la sinceridad a bocajarro. A no envolverse en desidia, a no abandonarse a ilusiones que no crecen.
¡Ojalá ardieran algunas pérdidas que se enrocan en el espíritu!
Que no se instale la tristeza, que no encuentre acomodo en el presente, que no deje esta sensación de hacer por tener algo que decir...
Sentiría que la luz no la alcanzara...
Sentiría que su voz no le alcanzara cuando de verdad llegue el otoño...