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lunes, 7 de diciembre de 2009

Experiencia



Foto: Victorino García (PAN: Jaime Santos "La Chana" teatro)

No hay suspiro ni creencia que ate mis perros a tu cancela,

no creo en el arte divino de las palabras,

estoy parada contigo en un tiempo inexistente, en silencio.

Las imágenes de los espejos ya no son yo.

Creo en los momentos en los que comparto una sonrisa sin nombre,

en niños de rostro oscuro y cabello despeinado,

en la música de la libertad.

Estos niños apoyados en la ventanilla de mi coche escuchando

con los ojos abiertos buscando complicidad en las palabras de mi cuaderno,

cuando su tiempo de juego es atender una sorpresa: la profe paya que escucha sus nombres.

Me emociona,- dice- deja a mi profe, profe cierra la ventana y escribe, que escribes bien.

-¿vas a ser mi profe? pregunta todo ojos y sonrisa.

¡las promesas del cambio , la lucha, cuentos y canciones para hacer del tiempo un futuro sin penas!

Los ojos de Josué de puntillas asomando con el flequillo alborotado, un perro atado, paseado,

un juguete... pero... ¡no hay promesa que ate mis perros a tu cancela!

si tú no entiendes esto... yo soy gente de barrio,

la ropa tendida dice hola desde la cuerda mecida por el viento.

Ella explica que ha aprendido lo que son las palabras homófonas: profe- suenan igual pero no son iguales-

¡Es verdad! digo- hay tántas cosas que suenan igual pero no son iguales- por ejemplo "hola" y "ola"- dice- hay frases que se leen igual de un lao pa otro lao.

"Palíndromo"- digo

-¿palin..qué? y nos reímos.

Recuerdo porqué me gusta hablar con los niños, porqué guardo silencio en distancias de corazón inasumibles, porqué no hay nada tan importante como este momento.

No puedo borrar esta sonrisa cuando suena tu voz, los niños holandeses han salido de su clase.

El centro social tiene asociación gitana y aulas de música, también cede un espacio para enseñar holandés a los hijos de padres holandeses, ¡qué contrastes!

El caso es que les digo: "tengo que escribir". Se apartan de la ventanilla del coche y dicen:- ¡ahora somos amigos profe!- ¡Claro!- digo.

Leo "cuánto más vieja la yesca más fácil se prenderá..." y guardo el disco, tengo que continuar el día, cada momento, cada momento merece la pena sin pena, sin miedo, solo o no.

¡Hay demasiada gente esperando algo de nosotros y nosotros esperamos, tal vez, demasiado de otros!

¡No!, es mejor hallar que esperar.

Hay certezas para unos que son todo incógnitas para mí.

Los niños se han ido, llora algún bebé y pasan coches al lado del mío. Lucía sale de violín, ya sabe cómo poner las manos... quiere enseñarme.

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