lunes, 21 de enero de 2013
Hay más días que longanizas
Sentada en el muelle del puerto sobre un cajón de madera
se avista la línea de la luz rota por la crujiente ola del porvenir
tendida la mano a la intención.
La sinceridad pone cercos
¿en qué lugar del paralelo se habrá colado este gusano del tiempo?
La física incita al desenfreno
La mano se alarga con la sombra de esta luz y lo alcanza
el placer se centra en esta penumbra escondida
rompe la ley y mira al Edén
Las máquinas son sexis.
El éxtasis recoje los excesos del agua turbia
desbrozando terrenos
¿en qué lugar de mi plato de lentejas hay un universo alternativo?
Hoy los poros de la piel enseñan el camino
de los invertebrados y en la velocidad del riff
hay verdades para el puño cerrado en alto
La corriente subterránea del pensamiento
pregunta si los desmanes de tu cepillo de dientes
tienen algún sentido
¿en qué punto de tu bufanda se esconde un estrangulador?
Busca a la mujer sin sueño
¿en qué punto de la fase rem se perdió la posibilidad de soñar despierto?
En el dolor de los huesos hay existencia
Los libros son sólo palabras escondidas en un laberinto
de fantasmas necesarios.
Eso justifica su existencia sin el soporte del papiro o del papel o del cristal líquido que también nos ve.
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