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jueves, 12 de noviembre de 2009

Solecismos

Foto: Victorino García Calderón
Arde el cielo
y se quema la tierra


Piensa uno que uno
es uno
¡cuántos uno para tanta individualidad!


Complicarse la vida
no es otra cosa
que vivir


¡Tánta negación
tiene que esconder, por fuerza,
una gran afirmación!

Tiene que haber, por fuerza,
un poco de realidad detrás
de tantos sueños.

Todo este desasosiego
alberga, por fuerza, una gran paz.

Tu verdad es ahora, por fuerza,
una parte de mi alegría.

Trenzar acontecimientos es, por fuerza,
una forma de peinar el tiempo.

Tiempo ligado a creer en utopias es,
por fuerza, necesario y posible,

Ya he perdido y esto, por fuerza,
tiene que ser una victoria.

Nunca vivas con resignación:
la abnegación es, por fuerza,
un suicidio permanente.

No hay nada tan importante
que merezca la pena conservar
sin ser feliz.

¡Tánto silencio tiene, por fuerza,
tánto que decir!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nuria, como dicen los navegantes, no podemos cambiar el viento, pero podemos ajustar la vela. Pero no hay que hacerlo "por fuerza"; también podemos dejarnos llevar.
Creo yo que lo esencial es hacer lo que queremos, lo que sentimos. A veces es duro aceptar nuestros sentimientos como propios, porque nos resultan incompatibles con las condiciones en que navegamos, o con nuestra propia cara en el espejo.
Recuerda que tienes el deber y la responsabilidad de ser feliz, con tacones o con manueletinas, pero feliz.