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jueves, 20 de agosto de 2009

Valientes


Los que preconizan la valentía de tomar las riendas de la propia vida, han tenido, probablemente, un momento en el que vagar a la deriva de una propia decisión.

Es valiente la consciencia incitadora a la rebeldía contra el propio yo. En tiempos en los que el voraz individualismo invade lo común, lo colectivo, la mujer sin referencias piensa si la conjunción de estas individualidades genera en realidad otro tipo de experiencia colectiva.

Al final, la identificación con un modo de vida, una idea, un objetivo, establece sinergias peculiares pero "ad hoc".

La mujer sin referencias pensaba también que difuminarse resultaría enriquecedor para hacer masa, fuerza, pero ahora cada día es más palpable que hay que reforzar la presencia individual. Concluye que tendrá que reconstruirse para aportar.

Pensaba esto en el silencio de la madrugada, cuando las puertas dejan de abrirse y cerrarse, cuando las voces paran y sólo hay grillos.

Empezó por la música, lo que recordaba de la adolescencia, de la corta juventud, y no recordaba más que melodías, no había nombres ni títulos, apenas tampoco de libros, pero sí sensaciones en las que se identificó.

No ha perdido el tiempo.

Existe, cree, un tipo de persona que no es capaz de conformarse nunca y a la que todo le llega en forma de sensaciones que necesita pensar para moverse en este mundo de resultados.

En los momentos de quietud en los que, para los aventureros de las experiencias, no se vive, estas personas siguen viviendo intensamente sin modificar nada, ni siquiera a sí mismos.

El humor y la falta de referencias son una buena vitamina.

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